Las asociaciones médicas de mayor prestigio en el mundo han sacado a la homosexualidad de la lista de enfermedades. La OMS lo hizo en 1990. Aun así hay quienes insisten en decir que es una enfermedad curable o que es una conducta aprendida de la cual un día, como el fumar, puedes decir: ya no lo hago y san se acabó. Entiendo, y no me crean, que lo que es considerado un problema sicológico y grave es el no aceptarse homosexual. ¿Tiene algo de sentido no? Si yo hubiera nacido en Arabia Saudí o Nigeria de seguro estaría casado, frustrado y jodidamente mal de la cabeza tratando de convencerme que no soy maricón, para que no me linchen los radicales religiosos del islam.
Definitivamente me molesta que me digan enfermo, cuando me siento más sano incluso que mucha gente. Pero vamos, también me dicen aberración, pedófilo, degenerado, desviado, pato, raro y otros epítetos peores. “Enfermo” es y no se rían, el más técnico de todos.
Creo que el aferrarse a que ser gay es una enfermedad, tiene que ver con VENDER que hay una cura. En el gran comercio de las religiones, cambiar a un pecador, traerlo a su camino, llamado astutamente Del Bien, es casi un reto para quienes se sienten comprometidos con la causa divina. Todo estaría perdido si naciéramos gays, igual que nacemos negros, blancos o rubios. No habría alma que salvar y lo peor de todo… la responsabilidad de que fuéramos “raros” no caería sobre nuestra cabezas sino sobre la de Dios. ¡Ataja! Dios haría gordos, altos, pelirojos y hasta feos, pero jamás crearía seres como los homosexuales, después de todo el es perfecto no? Que complique. Tampoco crearía al Mal, terremotos, inundaciones, cáncer… después de todo, el es bueno no? Pero lo que sí parece un hecho es que él creo TODO… incluyendo a Satanás. Que miedo.
Hace poco se debatía en redes sociales sobre un libro llamado "Comprender y sanar la homosexualidad" de la casa editorial LibrosLibres del autor estadounidense Richard Cohen. El solo título alude a que es posible curarse (Otro más) Y según el director de la casa editorial nunca había recibido tantas cartas de agradecimiento por un libro de los más de 200 que ha editado. Por supuesto grupos LGBT quisieron boicotear su venta, hubo indignación, protestas… en fin.
Al leer estas noticias me puse a pensar que efectivamente existen homosexuales que no quieren serlo. Que no están felices con ser homosexuales. Etapa por la cual pasan o pasamos casi todos cuando a muy temprana edad captamos lo que nos espera en este mundo plagado de odio, religiones y peor aún, religiosos puritanos, burlas, rechazo y discriminación. Uno no es pendejo. Claro que frases de tu madre como “Prefiero un hijo muerto/ladrón que maricón” ayudan a ver a que te vas a enfrentar. Muchos lo superamos y nos enfrentamos a la vida… y nos limpiamos la parte baja de la espalda con lo que diga la gente, esmerándonos en no depender de nadie para que no te digan lo que tienes que hacer. Otros en cambio sencillamente no pueden. Y no quieren. Esas pobre criaturas necesitan de esos libros que les den esperanza, los devoran entusiastas convencidos que al leer la última página lo soltarán e irán a cogerse a la primera mujer que puedan demostrándole lo heterosexuales que ahora son. ¡Bravo! Oye todos tienen derecho.
Esos gay que no quieren serlo, también tienen la esperanza que la cercanía con Dios los cambie, les quite el espíritu de la cuecada y los vuelva "machitos"(?). Conozco a varios. Aunque he de decir que no les quitaron todo lo afeminado que eran antes y que sus esposas, modernas Hellen Kellers, deben ver en ellos algo que definitivamente yo no. Lo bueno de todo esto es que la institución del matrimonio perdura… y aunque los “curados” tienen recaídas y los pillas por ahí en los saunas buscando chiquillos o mirando descarados en los urinales de los baños… son hombres casados y sobre todo de Dios.
Para todo mercado hay un producto… solo hay que descubrirlo, hay que escudriñar cual es la necesidad de ese público dispuesto a pagar por no sé… ser alguien nuevo, RENACIDO o diferente. Tan fácil como que alguien dijo: "Señores hay un mercado de gays traumatizados por la sociedad que no se aceptan… hay que venderles la cura." Asi de fácil. Estoy 100% seguro que eso además de productivo para los bolsillos de los editores, iglesias (por los diezmos que deja la loca arrepentida) y charlatanes es mucho mas fácil que cambiar la mentalidad de la sociedad y ser menos agresivos con los gays, lesbianas, transexuales y bisexuales.
Como activista solo pediría que se aclare que científicamente ser homosexual NO ES UNA ENFERMEDAD y que libros como ese están orientados específicamente para homosexuales que no se aceptan. Por lo demás… si quien lo lee, se cree curado, les voy a contar rapidito la historia de un hombre que nació negro y no lo aceptaba. Luchó toda su vida para no serlo. Usó todo lo científicamente a su alcance para cambiar y lo logró. Incluso tuvo hijos blancos. Se veía blanco. Lastimosamente para los ojos del resto de la humanidad Michael Jackson nunca fue blanco… era un negro que no se aceptaba como nació. Y así murió. Les pregunto ahora, ¿Ustedes creen que Michael Jackson fue feliz? Se veía una persona feliz? un blanco feliz?
Ser gay es igualito, es como ser negro, naces así. Creo que aunque es dura, la sociedad valora y respeta más al valiente y al honesto que al que la trata de engañar. Se tu mismo.
