Prólogo

¿Por qué Caldero 69? Fácil. En mis quijotescas luchas por la igualdad de derechos civiles para la comunidad LGBT de Panamá, el molino más grande y tenebroso es sin duda la religión. Principalmente la judeo-cristiana basada en la culpabilidad, la satanización del sexo, el cuerpo humano como tabú y el juego infantil de premio & recompensa. Católicos y evangélicos abiertamente atacan y condenan la homosexualidad blandiendo su Biblia y haciendo alarde de tener un teléfono directo con Dios, quien les dice quién y quién no es de su agrado.

Judíos (0.22% en el mundo) y musulmanes (21% en el mundo) también nos consideran aberraciones y/o pecadores, pero por razones que desconozco, en Panamá se limitan a discriminar "person to person" o "low profile" si hacer grandes alharacas, comunicados, declaraciones y señalamientos públicos. Su problema grande en Panamá con los homosexuales se centra exclusivamente cuando uno de sus miembros/hijos resulta oops, de la cofradía gay. Pero los cristianos, ahhhh que problema! parece que a algunos (ojo porque no todos) el que existamos ya les molesta y pero aún, que exijamos derechos civiles e igualdad les parece hasta una falta de respeto o algo inaceptable. Nos etiquetan como ciudadanos de tercera categoría y hasta se atreven a decir que atentamos contra la santidad de la familia... coño como si no vinieramos de una!

De cualquier forma y sin que eso me robe la calma... pueden desgalillarse diciendo lo que les provoque en nombre de quien más les guste... un día en Twitter escribí: "Cristiano cuál es tu problema con los gays?, si al final vamos a estar bien lejos... tu en tu nube y yo en mi olla" Y aún me lo disfruto cuando lo recuerdo jajaja. ¿No les  parece genial? Tanto odio, tanto egoísmo de una religión que supuestamente está basada en el amor al prójimo (yeah right) si según ellos mismos cuando ¡caput! morimos (la única cosa segura del mundo) ellos, por ser buenos hijos de Dios se irán a su encuentro en "el paraíso": Lugar en los cielos donde hay praderas con leones que no se comen a las ovejas, una gran puerta de oro custodiada por un viejito llamado Pete y adentro el CEO es un bonachón viejo de barba blanca en bata tipo griega acompañado por una paloma que levita sobre su cabeza, y tendrán su nube privada con angelitos semidesnudos que les tocaran el arpa. Mientras que nosotros, los homosexuales, iremos hacia el centro de la tierra donde está el infierno regentado por Lucifer, un tipo de piel roja, cachos, cola y un tridente (no de los que venden en Piex por supuesto) y que dependiendo lo que hayas hecho, te asigna una olla o caldera donde hervirás por la eternidad. Entonces... si esta vida es tan corta y la eternidad tan larga.. pa’ que sufren por nuestra vida? si el periodo más largo, no estaremos cerca, no tendrán que vernos ni aguantar nuestra presencia. 

Yo por supuesto que estaré en la Caldera 69, designada especialmente para homosexuales pecadores. Estará llena de lava ardiente y pintada de rosa con un par de piedras preciosas para darle un toque chick y el fuego que la calienta será soplado por papazones sudados sin camisa tipo Chip&Dales a los que no puedes tocar (por supuesto) por toda la eternidad. (Suspiro)

Así es que desde esta caldera, la cual tomo prestada antes de tiempo, pretendo escribir de todo un poco, de activismo gay, de política criolla panameña, de mi otra gran pasión: Panamá Laica, un país donde ninguna religión ejerza su poder sobre el estado civil.  Y por supuesto escribiré   también de banalidades y cosas graciosas de la vida... no vayan a pensar que soy un amargado.

Saludos,

Agustin